Impulsada por la desigualdad, la población mexicana representa el mayor grupo de migrantes en Estados Unidos hasta la fecha. El desplazamiento continuo a lo largo de generaciones ha formado lazos geográficos entre las localidades “emisoras” y “receptoras”. Con los ingresos de las remesas que representan el 4% del Producto Interior Bruto (PIB) del país, los migrantes están financiando y movilizando transformaciones físicas del entorno construido de México con el dinero ganado en Estados Unidos. El paisaje de las remesas -elementos construidos y alterados con los dólares de migrantes- puede observarse a múltiples escalas por todo el país, influenciado por la experiencia estadounidense y su estilo de vida aspiracional.

“Copias del abandono: Sólo los sueños quedan” constituye un análisis espacial de las prácticas de producción de casas de remesas en México como la materialización del desplazamiento geográfico, social y económico de la migración. El proyecto analiza el caso migratorio particular de Jackson Hole, Wyoming, donde el 80% de la comunidad latina residente en el estado es originaria del pequeño pueblo de Hueyotlipan, Tlaxcala. La exposición, que ilustra la transformación de los pueblos de origen y la aparición de nuevas tipologías arquitectónicas, revela la intrincada relación entre la migración y la creación de nuevos espacios sociales y físicos, destacando el importante papel de la casa como el espacio de remesa que suma las prácticas de construcción y las narrativas de los migrantes como individuos, que se hacen visibles a través de sus comunidades. 

Buscando entender la migración contemporánea no sólo geográfica e históricamente, sino en términos espaciales y materiales, la exposición presenta los patrones de réplica que se despliegan a partir de la industria de la construcción en Wyoming que produce “casas modelo” —mansiones reproducibles para los ricos, construidas y referenciadas por trabajadores migrantes— y concibe la “casa soñada” del migrante en Tlaxcala —casas construidas y abandonadas por el dinero de las remesas de los migrantes que quizá nunca regresen— como la amalgama de los eventos en la vida de los migrantes y las fuerzas macro que dan forma a la migración. Determinadas por representaciones, interpretaciones y aspiraciones materiales, las casas de las remesas operan como artefactos que producen patrones colectivos temporales, sociales, políticos y económicos que establecen el envío de remesas como una función simbólica, donde su significado es concebido, construido y abandonado por sueños individuales.